martes, 1 de julio de 2008

POLITICODINERITIS


La inauguración del Geoparque de Sobrarbe transcurrió sin complicaciones. Ya se pueden imaginar como son estas cosas: sonrisitas, estrechamientos de manos y varios “qué tal” protocolarios entre las ¿autoridades?
El señor presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Antonio Cosculluela, miró el reloj impaciente. Seguramente tendría cosas mejores que hacer que venir a un “suburbio” oscense a inaugurar cuatro pedruscos. El presidente de la Comarca de Sobrarbe, Enrique Campo, y el Diputado fovano, Ramón Laplana, le acompañaban como abstraídos. Ya saben, pensando en sus vacas, sus campos… vamos, eso que realmente les gusta. Porque esto lo deben hacer por hobbie, simplemente por sacarse unos cuantos milloncejos al año, del orden de unos 39000 € al año el presidente y, según cargos, disminuyan las cuantías. Pero ahora hagan la cuenta de la vieja: si sumamos todos, los multiplicamos por el número de banquetes, sonrisas y eventos a los que asisten, elevado a la potencia de vacas y territorios a los que también se dedican… ¡Bueno, que sale muchísimo! Y se preguntarán el porqué de esta reflexión científica tan exhaustiva. Bien, pues resulta que durante la presentación del proyecto geológico, algo que desde luego es digno de admiración (no sólo para los estudiosos, sino también para la juventud que ya ha visto pasear por las calles de la comarca bellezas nórdicas y de otros lugares), el presidente comarcal hizo hincapié varias veces en el gran esfuerzo inversor realizado por la comarca. Imagínense la escena: Enrique Campo dice que se han invertido 300000 € (tono elevado y orgulloso) de los cuales 100000 € son del CEDESOR, (baja la voz y vocaliza menos) 175000 € son de la Administración y ¿25000 ? de la Comarca. He aquí el quid de la cuestión, amigos, ¿cómo puede ser posible que para un plan tan importante, a nivel Europeo, no sean capaces de aportar más dinero que lo que cobra el presidente por enfundarse un disfraz de pingüino y leer cuatro hojas escritas ad hoc para el momento? Mientras los políticos disfrutan de su nuevo parque temático y siguen amontonando el dinero en las cuentas de muchos de preparación dudosa y presupuesta, seguiremos revindicando que se haga un mejor uso de nuestros impuestos, ya bien sea en forma de “rocodinero”, “ecodinero”, “culturodinero”, "historiodinero", “aversillegaelaguaagerbedeunavezdinero”, “centrossocialesdinero” o “esperamosquearreglenlasinfraestructurasyadinero”. Desde luego, un uso bastante mejor que el de engrosar las arcas de personajes a los que no se pide EXCLUSIVIDAD (y si se les pide les aseguro que no la cumplen). Y así seguiremos…